jueves, 2 de junio de 2016

LA LUNA
La luna es el único satélite natural de la Tierra y el único cuerpo del Sistema Solar que podemos ver en detalle a simple vista o con instrumentos sencillos.
La Luna refleja la luz solar de manera diferente según donde se encuentre. Gira alrededor de la Tierra y sobre su eje en el mismo periodo: 27 dias, 7 horas y 43 minutos. Esto hace que nos muestre siempre la misma cara.
No tiene atmosfera ni agua, por eso su superficie no se deteriora con el tiempo, si no es por el impacto ocasional de algún meteorito. La Luna se considera fosilizada.
El 20 de julio de 1969, Neil Armstrong se convirtió en el primer hombre que pisaba la Luna, formando parte de la misión Apollo XI. Los proyectos lunares han recogido cerca de 400 kg. de muestras que los científicos analizan.
Características de la Luna
La Luna describe su órbita alrrededor de la Tierra a una distancia media de 384.403 km y a una velocidad media de 3.700 km/h. Aunque aparece brillante a simple vista, sólo refleja en el espacio alrededor del 7% de la luz que recibe del Sol. Este poder de reflexión, o albedo, es similar al del polvo de carbón.
Los observadores antiguos creían que las regiones oscuras de su superficie eran océanos, dándole el nombre latino de "mare", que todavía usamos. Las regiones más brillantes se consideraban continentes.
Desde el renacimiento, los telescopios han revelado numerosos detalles de la superficie lunar, y las naves espaciales han contribuido todavía más a este conocimiento. Hoy sabemos que la Luna tiene cráteres, cadenas de montañas, llanuras o mares, fracturas, cimas, fisuras lunares y radios.

El mayor cráter es el llamado Bailly, de 295 km de diámetro y 3.960 m de profundidad. El mar más grande es el Mare Imbrium (mar de las Lluvias), de 1.200 km de diámetro. Las montañas más altas, en las cordilleras Leibniz y Doerfel, cerca del polo sur, tienen cimas de hasta 6.100 m de altura, comparables a la cordillera del Himalaya.
El origen de los cráteres lunares se ha debatido durante mucho tiempo. Los estudios muestran que la mayor parte se formaron por impactos de meteoritos que viajaban a gran velocidad o de pequeños asteroides, sobre todo durante la era primaria de la historia lunar, cuando el Sistema Solar contenía todavía muchos de estos fragmentos. Sin embargo, algunos cráteres, fisuras lunares y cimas presentan características que son indiscutiblemente de origen volcánico.
EL SOL
El Sol es la estrella más cercana a la Tierra y el mayor elemento del Sistema Solar.
Las estrellas son los únicos cuerpos del Universo que emiten luz. El Sol es también nuestra principal fuente de energía, que se manifesta, sobre todo, en forma de luz y calor. Esta a 150 millones de kilómetros de la Tierra.
El Sol contiene más del 99,8% de toda la materia del Sistema Solar. Ejerce una fuerte atracción gravitatoria sobre los planetas y los hace girar a su alrededor. Junto con los asteroides, meteoroides, cometas y polvo forman el Sistema Solar.

El periodo de rotación de la superficie del Sol va desde los 25 dias en el ecuador hasta los 36 dias cerca de los polos. Más adentro parece que todo gira cada 27 días.
El Sol se formó hace unos 4.650 millones de años y tiene combustible para 5.000 millones más. Después, comenzará a hacerse más y más grande, hasta convertirse en una gigante roja. Finalmente, se hundirá por su propio peso y se convertirá en una enana blanca, que puede tardar un trillón de años en enfriarse.
El Sol (todo el Sistema Solar) gira alrededor del centro de la Via Láctea, nuestra galaxia. Da una vuelta cada 200 millones de años. En nuestros tiempos se mueve hacia la constelación de Hércules a 19 Km./s.
Actualmente el Sol se estudia desde satélites, como el Observatorio Heliosférico y Solar (SOHO), dotados de instrumentos que permiten apreciar aspectos que, hasta ahora, no se habían podido estudiar.
Además de la observación con telescopios convencionales, se utilizan: el coronógrafo, que analiza la corona solar, el telescopio ultravioleta extremo, capaz de detectar el campo magnético, y los radio telescopios, que detectan diversos tipos de radiación que resultan imperceptibles para el ojo humano.



LA TIERRA
La Tierra se formó hace aproximadamente 4550 millones de años y la vida surgió unos mil millones de años después. Es el hogar de millones de especies, incluyendo los seres humanos y actualmente el único cuerpo astronómico donde se conoce la existencia de vida. La atmósfera y otras condiciones abióticas han sido alteradas significativamente por la biosfera del planeta, favoreciendo la proliferación de organismos aerobios, así como la formación de una capa de ozono que junto con el campo magnético terrestre bloquean la radiación solar dañina, permitiendo así la vida en la Tierra. Las propiedades físicas de la Tierra, la historia geológica y su órbita han permitido que la vida siga existiendo. Se estima que el planeta seguirá siendo capaz de sustentar vida durante otros 500 millones de años, ya que según las previsiones actuales, pasado ese tiempo la creciente luminosidad del Sol terminará causando la extinción de la biosfera. La superficie terrestre o corteza está dividida en varias placas tectónicas que se deslizan sobre el magma durante periodos de varios millones de años. La superficie está cubierta por continentes e islas, estos poseen varios lagos, ríos y otras fuentes de agua, que junto con los océanos de agua salada que representan cerca del 71 % de la superficie construyen la hidrósfera. No se conoce ningún otro planeta con este equilibrio de agua líquida, que es indispensable para cualquier tipo de vida conocida. Los polos de la Tierra están cubiertos en su mayoría de hielo sólido (Indlandsis de la Antártida) o de banquisas (casquete polar ártico). El interior del planeta es geológicamente activo, con una gruesa capa de manto relativamente sólido, un núcleo externo líquido que genera un campo magnético, y un núcleo de hierro sólido interior aproximadamente del 88 %.


Al siglo XXI, la Tierra proporciona el único ejemplo conocido de un entorno que ha dado lugar a la evolución de la vida. Se presume que procesos químicos altamente energéticos produjeron una molécula auto-replicante hace alrededor de 4000 millones de años, y entre 3500 y 3800 millones de años existió el último antepasado común universal. El desarrollo de la fotosíntesis permitió que los seres vivos recogiesen de forma directa la energía del Sol; el oxígeno resultante acumulado en la atmósfera formó una capa de ozono en la atmósfera superior. La incorporación de células más pequeñas dentro de las más grandes dio como resultado el desarrollo de las células complejas llamadas eucariotas. Los verdaderos organismos multicelulares se formaron cuando las células dentro de colonias se hicieron cada vez más especializadas. La vida colonizó la superficie de la Tierra en parte gracias a la absorción de la radiación ultravioleta por parte de la capa de ozono.
En la década de 1960 surgió una hipótesis que afirma que durante el período Neoproterozoico, desde 750 hasta los 580 Ma, se produjo una intensa glaciación en la que gran parte del planeta fue cubierto por una capa de hielo. Esta hipótesis ha sido denominada la "Glaciación global", y es de particular interés ya que este suceso precedió a la llamada explosión del Cámbrico, en la que las formas de vida multicelulares comenzaron a proliferar.


Tras la explosión del Cámbrico, hace unos 535 Ma se han producido cinco extinciones en masa. De ellas, el evento más reciente ocurrió hace  Ma, cuando el impacto de un asteroide provocó la extinción de los dinosaurios no aviarios, así como de otros grandes reptiles, excepto algunos pequeños animales como los mamíferos, que por aquel entonces eran similares a las actuales musarañas. Durante los últimos 65 millones de años los mamíferos se diversificaron, hasta que hace varios millones de años, un animal africano con aspecto de simio, conocido como el orrorin tugenensis, adquirió la capacidad de mantenerse en pie. Esto le permitió utilizar herramientas y favoreció su capacidad de comunicación, proporcionando la nutrición y la estimulación necesarias para desarrollar un cerebro más grande, y permitiendo así la evolución de la raza humana. El desarrollo de la agricultura y de la civilización permitió a los humanos alterar la Tierra en un corto espacio de tiempo como no lo había hecho ninguna otra especie, afectando tanto a la naturaleza como a la diversidad y cantidad de formas de vida.





EL PLANETA ENANO: PLUTÓN

Es un planeta enano del sistema solar situado a continuación de la órbita de Neptuno. Su nombre se debe al dios mitológico romano Plutón (Hades según los griegos). En la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional (UAI) celebrada en Praga el 24 de agosto de 2006 se creó una nueva categoría llamada plutoide, en la que se incluye a Plutón. Es también el prototipo de una categoría de objetos transneptunianos denominada plutinos. Posee una órbita excéntrica y altamente inclinada con respecto a la eclíptica, que recorre acercándose en su perihelio hasta el interior de la órbita de Neptuno. Plutón posee cinco satélites: Caronte, Nix, Hidra, Cerbero y Estigia.3 4 Estos son cuerpos celestes que comparten la misma categoría.



Su gran distancia al Sol y a la Tierra, unida a su reducido tamaño, impide que brille por encima de la magnitud 13,8 en sus mejores momentos (perihelio orbital y oposición), por lo cual solo puede ser apreciado con telescopios a partir de los 200 mm de abertura, fotográficamente o con cámara CCD. Incluso en sus mejores momentos aparece como astro puntual de aspecto estelar, amarillento, sin rasgos distintivos (diámetro aparente inferior a 0,1 segundos de arco).
Plutón fue descubierto el 18 de febrero de 1930 por el astrónomo estadounidense Clyde William Tombaugh (1906-1997) desde el Observatorio Lowell en Flagstaff, Arizona, y fue considerado el noveno y más pequeño planeta del sistema solar por la Unión Astronómica Internacional y por la opinión pública desde entonces hasta 2006, aunque su pertenencia al grupo de planetas del sistema solar fue siempre objeto de controversia entre los astrónomos. Incluso, durante muchos años existió la creencia de que Plutón era un satélite de Neptuno que había dejado de ser satélite por el hecho de alcanzar una segunda velocidad cósmica. Sin embargo, esta teoría fue rechazada en la década de 1970.5

Tras un intenso debate, y con la propuesta del astrónomo uruguayo Gonzalo Tancredi ante la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional en Praga, República Checa, se decidió por unanimidad reclasificar a Plutón como planeta enano,6 requiriendo que un planeta debe tener dominancia orbital. Se propuso su clasificación como planeta en el borrador de resolución, pero desapareció de la resolución final, aprobada por la Asamblea General de la UAI. Desde el 7 de septiembre de 2006 tiene el número 134340, otorgado por el Centro de Planetas Menores.


NEPTUNO

Neptuno es el octavo planeta en distancia respecto al Sol y el más lejano del sistema solar. Forma parte de los denominados planetas exteriores o gigantes gaseosos, y es el primero que fue descubierto gracias a predicciones matemáticas. Su nombre fue puesto en honor al dios romano del mar y es el cuarto planeta en diámetro y el tercero más grande en masa.
Neptuno tiene una composición bastante similar a del planeta Urano, y ambos tienen composiciones que difieren mucho de los demás gigantes gaseosos, Júpiter y Saturno. La atmósfera de Neptuno, como las de Júpiter y de Saturno, se compone principalmente de hidrógeno y helio, junto con vestigios de hidrocarburos y posiblemente nitrógeno

Composición y estructura interna

La estructura interna de Neptuno se parece a la de Urano: un núcleo rocoso cubierto por una costra helada, oculto bajo una atmósfera gruesa y espesa. Los dos tercios interiores de Neptuno se componen de una mezcla de roca fundida, agua, 
amoniaco líquido y metano. El tercio exterior es una mezcla de gas caliente compuesto de hidrógeno, helio, agua y metano.
Al igual que Urano y a diferencia de Júpiter y de Saturno, la composición de la estructura interna de Neptuno se cree que está formada por capas distintas. La capa superior está formada por nubes de hidrógeno, helio y metano, que se transforman de gas en hielo a medida que aumenta la profundidad. El manto rodea un núcleo compacto de roca y hielo.
Su atmósfera comprende aproximadamente 5 % a 10 % de su masa y se probablemente se extiende entre la superficie del planeta hacia profundidades correspondientes a entre 10 % y 20 % de la distancia hacia el núcleo. A esas profundidades, la atmósfera alcanza presiones de aproximadamente 10 GPa, o alrededor de 100 000 veces mayor que la de la atmósfera de la Tierra. Las concentraciones de metano, amoníaco y agua son crecientes desde las regiones exteriores hacia las regiones inferiores de la atmósfera.
Este manto que rodea al núcleo rocoso de Neptuno, es una región extremadamente densa y caliente, se cree que en su interior pueden llegar a alcanzarse temperaturas de 1700  a 4700 ℃. Se trata de un fluido de gran conductividad eléctrica es una especie de océano de agua y amoníaco.
A 7000 km de profundidad, las condiciones generan la descomposición del metano en cristales de diamante que se precipitan en dirección al núcleo.
 WIKIPEDIA

jueves, 26 de mayo de 2016

REYES EN LA EDAD MEDIA 
ADOSINDA
Dicen que era, por parte de madre, nieta de Pelayo el primer rey de Asturias. Aquel de la mítica batalla de Covadonga.
Pelayo casó con Gaudiosa. Tuvieron varios hijos, no se sabe cuántos ni sus nombres. Citaremos los tres conocidos: Freiluba, Favila y Ermesinda, madre de Adosinda.
Por parte de padre, su abuelo fue Pedro, duque de Cantabria y primo de Pelayo. Desconocemos con quien casó. Tuvo dos hijos del matrimonio Alfonso y Fruela.
Alfonso caso con Emersinda y es por tanto, que sepamos, el padre de Adosinda, Fruela y Vimarano, ( éste asesinado por su hermano Fruela ), y de otro nacido de una relación con Sisalda, una esclava musulmana: Mauregato, quien como la mayoría los hijos bastardos de reyes, jugará un papel importante más adelante.
Situado el linaje, vamos a ver cómo llegó a reina.
A Pelayo ( 718-737 ) le sucede su hijo Favila, ( 737-739 ) que, como vemos reinó sólo dos años. Murió, según dicen, despedazado por un oso.
La monarquía fue electiva en el antiguo reino de Asturias hasta comienzos del siglo XI, siguiendo el ejemplo de la monarquía visigoda que no había tenido tiempo de asentar el principio de monarquía hereditaria. Durante el periodo electivo nunca fue elegida una mujer. Más adelante ya fue posible la sucesión femenina e incluso la regencia por minoría de edad.
Muerto Favila le sucede el marido de su hermana Emersenda, primo y yerno de Pelayo. Fue Alfonso I el Católico ( 739-757). Luchó sin descanso contra los musulmanes.
A su muerte le sucede su hijo Fruela ( 757- 768 ) quien caso con Munia, prisionera de los vascones e hija del galo Eudo. Son los padres de Alfonso II, de Aurelio y de Jimena, madre de Bernardo del Carpio, el de la canción de Roldán.
Cuando muere asesinado Fruela, Adosinda temiendo por la vida de su sobrino Alfonso, lo envía al monasterio de San Julián de Samos en Lugo, para darle protección y formación cultural.
A Fruela, le sucede Aurelio ( 768-774 ). Se sabe que vivió en paz con los musulmanes. Protegió a Adosinda a quien mantuvo en la corte.
Muerto Aurelio, le sucede Silo (774-783 ), marido de Adosinda, con quien se había casado por amor, cosa rara en aquel tiempo.
 El trono le correspondía a ella por linaje, pero el Consejo eligió su marido y el linaje cambió.
Silo era hijo de Fruela el hermano de Alfonso I, por lo que los esposos eran primos.
El nuevo rey trasladó la corte desde Cangas de Onis, a Pravia la antigua Flavium Avia de los romanos.
La situación estratégica y defensiva de Pravia era mucho mejor, ya que era un centro de comunicaciones de las antiguas vías romanas. Por ella pasaba La Mesa que conducía a Astúrica ( Astorga) y posibilitaba una buena comunicación con el resto de los territorios.
Silo mantuvo la paz con los musulmanes, pero tuvo que luchar contra los gallegos.
Por Silo esta firmado el primer documento que se conserva de esa época.
El matrimonio no tuvo hijos varones.
A la muerte de Silo, la reina Adosinda lucha para hacer rey a su sobrino Alfonso, el hijo de Fruela, lo cual intenta lograr con mucho empeño y la ayuda de los nobles. Pero la mayoría se resisten, temiendo represalias de éste por la muerte de su padre.
Aprovecha la circunstancia su hermanastro Mauregato, quien pactando con el emir Abderramán, al que promete pagar cada año un tributo de cien doncellas, ¿leyenda?, cincuenta nobles y cincuenta plebeyas, se hace con el trono. Destierra a Alfonso a Álava, donde tuvo que huir a uña de caballo, y obliga a Adosinda a ingresar en un convento, concretamente en Santianes de Pravia, en el que profesa el 26 de noviembre de 785 y en el que residió, hasta su muerte, con su hija Maria y sus damas.



Como se ve, la reina Adosinda vivó en una época muy difícil sobre todo para las mujeres, relegadas a consortes o a monjas.
No llegó a ver en el trono a su sobrino Alfonso quien reinó como Alfonso II el Casto y trasladó la Corte a Oviedo. Con él se extingue esta rama de la dinastía .


Piedra laberintica del rey Silo. La original era una piedra con unas dimensiones de 52,96 cm. de largo por 42,15 de ancho y un espesor de 12 cm formada por 19 columnas y 15 filas, con 285 letras talladas en capital romana formando la frase «SILO PRINCEPS FECIT» partiendo de la S central (La combinación de las letras de columnas y filas dan un resultado total de 45.760 repeticiones de la frase).
La piedra actual está situada sobre el dintel de la puerta de entrada de Santianes en el mismo lugar que la original, de la que se conserva un trozo.

REYES EN LA EDAD MEDIA 

LA REINA GOSWINTHA
Nació en Toledo en el seno de una familia visigoda, sobre el año 530. Perteneció a una de las estirpes más influyentes en la política de aquellos años: Los Baltha, llamados popularmente baltos o baltingas.  Tuvo una educación de influencia romana, poseyendo por ello grandes dotes de oratoria que la llevaron a brillar con luz propia en la sociedad y la política del reino hispano.
Fue durante su matrimonio con el magnate godo Atanagildo cuando Goswintha comienza a diseñar su arrolladora personalidad política. Cuando el rey de aquel  momento, Teudiselo, es asesinado, Atanagildo pretende el trono creándose un conflicto con el bando de Agila que fue finalmente el triunfador. Desde ese momento comenzó a perfilarse en la sombra la figura de Goswintha, urdiendo estrategias y conspiraciones, ayudada no solo por sus dotes de oratoria sino también por su belleza.
Influenciado por ella, Atanagildo se rebela contra el rey Agila, provocando una guerra civil. Atanagildo pide ayuda a los bizantinos y consigue tras el asesinato de Agila el deseado trono. Mientras duró la guerra, Goswintha dirige desde Híspalis la política exterior rebelde y es ella quien consigue las alianzas necesarias.

Atanagildo y Goswintha tuvieron dos hijas que casaron con los reyes francos de Austrasia y Neustria, para sellar alianzas que trajeran la paz y permitieran al reino hispano afianzar su posición en el Mediterráneo.
Tras enviudar de su primer marido, la reina casa en segundas nupcias con el rey del momento, Leovigildo, el rey reformador, al que ayuda a conseguir el trono tras la sospechosa muerte de su hermano Liuva I.
La reina acuerda la boda de su nieta Ingundis de Austrasia con Hermenegildo, el hijo mayor de su segundo marido, para continuar influyendo a través de la princesa en la política del reino. Goswintha era entonces la depositaria del tesoro regio, así lo dejó dispuesto su primer marido el rey Atanagildo, y eso le confirió un gran poder, puesto que agradar a la reina era el único modo de disfrutar el inmenso caudal proveniente de los saqueos y los expolios de años y años de luchas.

El rey Leovigildo, el primer nacionalista de la historia de Hispania, pretende transformar el reino empobrecido y atrasado y reformar la política para situar a la nación en el contexto de las grandes naciones del momento. Para ello el rey se apoya en algunos nobles hispanorromanos y promulga el Codex Revisus rectificando varias disposiciones del Codigo de Eurico por el que se regía hasta entonces  la vida del reino. También pretende el rey transformar la monarquía en sucesoria para evitar así el asesinato de reyes y las encarnizadas y sangrientas luchas de poder. Todo esto es contrario a los intereses de la reina y su poderosa factio baltinga que declaran la guerra frontal a los católicos y urden un complot para obstaculizar las reformas.
Goswintha, tras el asesinato de su hija la reina de Neustria a manos de la  concubina de su esposo el rey Chilperic I y con el consentimiento de este naturalmente, trata de convertir a su nieta católica Ingundis de Austrasia, al arrianismo. Un día se entabla entre ambas una fuerte discusión, a propósito de la conversión, que desemboca en una terrible paliza a la princesa, que queda inconsciente y medio muerta. Leovigildo decide enviar al príncipe Hermenegildo y a su esposa Ingundis a Hispalis para que se restablezca la paz en la familia y cese el acoso de la reina a su nieta católica. Allí les recibe el obispo Leandro, fanático católico, enemigo acérrimo de Goswintha que presiona  al príncipe con la ayuda de su esposa hasta lograr su conversión y en consecuencia su rebelión contra el rey arriano de Hispania, contra el rey Leovigildo.

El reino hispano se ve envuelto a la misma vez en una guerra en la Septimania contra Gontram el rey de Borgoña y contra el dux de Aquitania, aliado con el anterior. El príncipe Recaredo, hijo menor de Leovigildo parte hacia allí con un gran ejercito y tras varios meses de lucha enconada y terrible, vence a los invasores. Mientras, el rey lleva a cabo otra de sus incursiones contra los vascones a los que trata de someter o por lo menos frenar en su expansión, manteniéndolos dentro de sus límites históricos.
Nadie envía un ejército contra la Bética donde Hermenegildo se ha convertido y se ha autoproclamado rey en solitario. El rey de Toledo le reconviene gravemente y le ordena rectificar y ante su negativa le revoca el mando militar y le retira la asignación económica. Hermenegildo hace caso omiso y todo continúa igual. De alguna parte llegan a Híspalis dineros para el sostenimiento de la corte. Alguien financia al príncipe. Tal vez la iglesia católica o quizá el reino de Austrasia, patria de Ingundis.
Casi un año después de la rebelión del príncipe, Leovigildo y Recaredo marchan con sus ejércitos sobre la Bética. Emérita Augusta sufre un asedio de un año y en Híspalis faltan alimentos y sobre todo agua porque el rey ha mandado desviar el curso del rio Betis. Leovigildo ofrece varias veces a su hijo la libertad a cambio de la rendición, pero el príncipe es un rehén en manos de la conjura que orquestó Goswintha desde el principio; desde que propinó sin ningún motivo para ello la terrible paliza a su nieta, obligando al rey a enviarlos a Híspalis donde la reina sabía que su enemigo Leandro haría su trabajo tratando de convertir a Hermenegildo. También supo utilizar en su provecho el descontento de las tribus visigodas contra el rey, que andaba tratando de retirarles potestades por completo, alzándose como monarca absoluto y gobernando en nombre de Dios, dando origen con ello a una dinastía. Mezcló los ingredientes y la masa fermentó hasta estallar.
La guerra civil fue solamente de godos contra godos, ya que los católicos se mantuvieron en su gran mayoría al margen del conflicto. Ingundis y su hijo fueron sacados de Híspalis por los bizantinos a petición de Leovigildo y llevados a la capital del imperio. Ingundis fallece durante el viaje se cree que en Sicilia. El pequeño Atanagildo llega a Bizancio y allí se pierde su rastro. Goswintha había enviado sicarios tras ellos no se sabe ciertamente con qué intención, aunque se puede suponer.

Hermenegildo perdió la contienda como era de esperar siendo detenido y desterrado a Valencia. Más tarde fue llevado a Tarragona donde muere asesinado en prisión por orden de la reina. Cuando Recaredo sube al trono, poco tiempo después, convoca un concilio en Toledo y se convierte al catolicismo. Su padre se lo había aconsejado antes de morir como modo eficaz de lograr la deseada unidad nacional. Goswintha urde un complot para envenenarle pero el rey y su gente lo descubren y la reina es encarcelada y ejecutada.
Así termina la vida de la más enigmática y la más influyente y la más seductora y la más ambiciosa de las reinas visigodas.



IMPERIO DE LA EDAD MEDIA 

Siguiendo a sus predecesores, especialmente a Constantino, - que llegó a considerarse obispo y decimotercer apóstol -, Justiniano consideraba que la unidad del Imperio pasaba por la unidad religiosa y, si bien, Justiniano era ferviente partidario de la ortodoxia nicea, también es cierto que consideraba que el emperador debía ser cabeza de la Iglesia, pues lo mismo que había un único Dios que gobernaba en el Universo, debía existir un único emperador que rigiera en la tierra; de hecho, a modo de ejemplo, cabe señalar que el "complicado ceremonial cortesano, que la Iglesia ortodoxa griega recogió en su liturgia, tendía a identificar al emperador con el propio Dios".

Emperador Constantino

Para la teoría imperial, el emperador era concebido como mediador entre Dios y los hombres, cuyo deber era asegurar la salud espiritual de sus súbditos y velar por el cumplimiento de la voluntad de Dios, de manera que "el emperador se arrogaba así el derecho de decidir en todos los ámbitos, tanto en los seculares como en los espirituales".
Puesto que de la unidad religiosa dependía la unidad del Imperio, y puesto que el monofisismo era fuerte, especialmente en Egipto y Siria, Justiniano, - muy influido además por su mujer, Teodora, de simpatías monofisitas -, creyó necesario buscar vías de conciliación a fin de evitar tensiones internas y conseguir una unidad sin fisuras. Para ello, propuso la llamada fórmula teopasquita. Pero esto implicaba la intervención directa del emperador en cuestiones de doctrina cristiana. Frente a estos intentos de usurpación de funciones, el papa Agapito I (535 - 536) resolvió convocar, por su iniciativa, un Concilio que habría de celebrarse en Constantinopla (en 536), en el que se reiterarían las condenas al monofisismo. Medio siglo antes, Félix II (483 - 492) había excomulgado a los patriarcas de Constantinopla (Acacio) y Alejandría por aceptar el Henotikón, decreto firmado por el emperador Zenón y que, como la fórmula, contemplaba cesiones al monofisismo, en lo que supuso el primer cisma oficial con Oriente (Cisma de Aecio), que se prolongaría hasta 518 a causa de la postura del nuevo emperador Anastasio (491 - 518), que simpatizaba con el monofisismo.
Justiniano

Pero Justiniano dio un grave paso: El Concilio de Calcedonia de 451 había rehabilitado a tres autores que en un principio habían simpatizado con el nestorianismo (precisamente la doctrina que había suscitado, como respuesta, el monofisismo). Justiniano, para atraer a los monofisitas, propuso que se condenaran algunos de los escritos de estos autores (cuestión conocida como de los Tres Capítulos), pero como el papa, Vigilio, a la sazón, se negara a tal condena, el emperador resolvió llevarle a la fuerza a Constantinopla para, convocado un concilio (548), obligarle a condenar dichos escritos. La intervención del emperador en asuntos eclesiásticos y de fe no podía llegar a mayor extremo.
Será la actitud de los emperadores bizantinos y el rechazo de los patriarcas orientales a aceptar la primacía del Obispo de Roma, lo que llevara a los papas a buscar nuevos apoyos entre las monarquías germánicas, especialmente entre la pujante y estratégicamente situada monarquía franca.
La presión ejercida por las invasiones lombardas, por las ambiciones de la aristocracia romana y por el emperador bizantino en el contexto de la Querella Iconoclasta, lanzaron al Papado en brazos de los gobernantes de un reino franco, que se mostraba activo y eficaz en la lucha contra diversos enemigos, que ampliaba sus fronteras de día en día y que, en la persona de los antiguos mayordomos de palacio, la dinastía pipínidas, puesta en marcha por un noble de Brabante, Pipino el Viejo, se muestra defensora de la Iglesia y el catolicismo.

El Papado y el Imperio Carolingio
Teniendo en cuenta el prestigio e influencia del Papado en Occidente, y en base a la llamada Leyenda de San Silvestre por la cual, el Papa habría recogido las insignias imperiales de las que Constantino, arrepentido por sus pecados, se habría despojado, el rey de los francos, Carlomagno, se preocuparía de ayudar al Obispo de Roma a mantener su posición en Italia, a cambio de ser coronado como emperador: Así, en la Navidad del año 800 - y tomando como excusa el "femíneo reinado" de Irene en Bizancio - el Papa recompensaba al monarca franco, coronándole como emperador.
Sin embargo, las tensiones surgieron enseguida, dado que el concepto de dignidad imperial era interpretado de manera bien distinta en Roma y Aquisgrán. Para el Papa, el Emperador de los romanos no era sino, el protector de la Iglesia y la Roma de San Pedro, es imperator, pero también ortodoxus: Ser emperador no es sólo un título que permite ejercer la soberanía sobre el orbe, sino una responsabilidad, un ministerio, y en consecuencia, la Iglesia no sólo define el concepto y los fines del Imperio, sino que incluso puede juzgar los actos del emperador y quitarle lo que le dio.
Sin embargo, para la cancillería carolingia, la dignidad imperial, si bien ha sido otorgada por el Papa, es ostentada por Carlomagno en base a su esfuerzo y la lucha en defensa del Papa y de la Fe: No depende, pues, exclusivamente del Papa, de manera que el emperador también tiene la iniciativa. Para los intelectuales áulicos de la corte carolingia, la Europa cristiana ha sido reunida por Carlomagno a través de sus victorias, y lo ha hecho como vicario de Dios, como guía ayudado por la divina piedad, mostrando que los francos son el nuevo pueblo elegido, y Carlos el nuevo David. El emperador ha de defender militarmente a la Iglesia y preocuparse de ejercer su autoridad con justicia y conforme al orden natural querido por Dios (ortodoxo), mientras que el Pontífice se limitaría a interceder por el Emperador para que cumpliera con dichas tareas. Ahora bien, no es el Papa la cabeza del Universo, lo es Dios, ni tampoco puede ejercer potestades terrenales, lo que corresponde al emperador, de manera que, no corresponde al Papa enjuiciar a los príncipes, ni fijar los objetivos del emperador y menos aún arrebatar la dignidad imperial al titular de la misma, cosa que sólo correspondía a Dios, cuya voluntad se manifestaría en caso de no obtener el emperador victorias, lo que reflejaría la pérdida del favor de Dios.
Precisamente, tras la muerte de Carlomagno, el Imperio entra en un rápido e imparable proceso de descomposición: El Papado retoma la iniciativa, reivindicando Nicolás I la primacía del Papa e insistiendo en que el poder imperial derivaba de la autoridad pontificia, de manera que hacía al emperador súbdito del Papa: La desobediencia al mismo, implicaba no sólo infidelidad, sino idolatría.
La descomposición de la dinastía carolingia y el imperio franco vino motivada por la dura pugna que enfrentó a los diversos hijos de Luis el Piadoso por desligarse de un poder central y hegemónico, pero también por la incapacidad de los dinastas carolingios de defender a sus súbditos de las terribles incursiones de normandos y magiares, que además eran paganos.
Los éxitos de Enrique de Sajonia, conocido como el Cetrero o el Pajarero, frente a los magiares, llevó al Papado a trasladar la dignidad imperial del Norte de Francia y el linaje carolingio, a Alemania y un nuevo linaje, el sajón. Sin embargo, los proyectos de Imperio cósmico suscitados por un sucesor de Enrique I, Otón III o cuestiones como la Querella de las Investiduras, no son sino algunas de las más importantes manifestaciones de las distintas concepciones que, sobre el poder imperial, se tenían en la Europa medieval.

Otón III

El interés de algunos sectores nobiliares por mantener la autonomía y evitar un fortalecimiento excesivo de la autoridad imperial, hasta el punto de no estar contrapesada por la auctoritas pontificia, contribuirá a generar una corriente ideológica y política que conocemos como güelfa, por la familia Welf de Baviera, que había sido muy receptiva en tiempos de Gelasio I a las doctrinas pontificias.
Podemos decir que la definición del poder imperial y las pugnas con el Papado serán una constante a lo largo de la Edad Media, manteniéndose, al menos, durante buena parte de la Edad Moderna.


CULTURA EN LA EDAD MEDIA 

El surgimiento de las ciudades, la formación de una próspera clase media, las reformas monásticas y el contacto con otras culturas estimularon el desarrollo cultural. Los príncipes y la Iglesia necesitaban de personas instruidas en las leyes. El comercio internacional y las operaciones de dinero requerían de un mayor grado de instrucción. Con el fin de responder a estas exigencias se formaron asociaciones de profesores y estudiantes, comparables a los gremios con sus maestros y aprendices. Estas corporaciones de estudio recibieron el nombre de Universidades. La  primera fue la Escuela de Bolonia, famosa por sus juristas.
Luego, los príncipes y reyes fundaron Universidades en toda Europa. La fundación debía ser aprobada por el Papa. Cada Universidad recibía sus estatutos propios. La Universidad estaba dividida en las cuatro Facultades de Artes, Medicina, Derecho y Teología. El primer grado universitario era el Bachillerato. El título de Magister confería el derecho de enseñar en la Universidad. Los estudios culminaban en el Doctorado.

Las Universidades servían a la formación profesional y preparaban a los profesores, médicos y abogados que la sociedad necesitaba. Pero su tarea más elevada consistía en la búsqueda e interpretación de la verdad. Los sabios cristianos estaban convencidos de que la razón y la fe se complementaban. La filosofía y la teología debían explicar los misterios de la revelación divina. El sabio más famoso de la Edad Media fue Santo Tomás (1225-1274), el principal representante de la Escolástica, quien creó una síntesis de la filosofía aristotélica y del pensamiento cristiano.
Durante toda la Edad Media el latín fue la lengua de la Iglesia, de las Universidades y de la ciencia. Al formarse las nacionalidades europeas, éstas desarrollaron sus propias lenguas, que luego encontraron también expresión literaria. En España nació como primer documento literario de la lengua vernácula el Poema del Cid. Se considera que la obra literaria más grandiosa de la Edad Media es la Divina Comedia, del poeta italiano Dante. Esta obra, que narra la historia del viaje mítico del poeta por el infierno, el purgatorio y el cielo, es auténtica expresión del espíritu religioso de la Edad Media.


La religiosidad medieval encontró también su expresión en las creaciones del arte y, en especial, en la arquitectura. A partir del siglo X se desarrolló el arte románico, que se caracteriza ante todo por el empleo del arco de medio punto y la bóveda y la cúpula de media naranja. En el siglo XII nació en Francia un nuevo arte que recibiría el nombre de gótico. Sus elementos más típicos son el arco apuntado u ojiva, las ventanas de lancetas, los rosetones y las vidrieras de múltiples colores. La catedral gótica, con sus altas torres y sus altas naves era expresión de una profunda religiosidad y de la mística esperanza del hombre medieval de unirse a Dios.



Después de la devastación de la peste negra, la población europea ha disminuido mucho. Muchos señores feudales decidieron aumentar los impuestos, honorarios y deberes de los sirvientes. Muchos tuvieron que trabajar horas extras para compensar el trabajo de aquellos que murieron en la epidemia. En muchas partes de Inglaterra y Francia fueron alzadas revueltas campesinas contra la explotación extenuante de los señores feudales. Contrarrestada con violencia por los nobles, muchas revueltas (conocidas como jacqueries) fueron mitigadas y otras lograron sus propósitos, reduciendo la explotación y trayendo nuevos derechos a los campesinos.


Revueltas campesinas en la Edad Media Durante algunos siglos en la Baja Edad Media, entre el siglo X y XV, la estabilidad económica y social procedente de las Cruzadas y el desarrollo comercial respaldaron un tiempo de relativa prosperidad. Sin embargo, la propagación de la peste negra en la Europa medieval llevó a un proceso muy violento de la crisis económica donde la mano de obra disponible se convirtió en mucho más pequeña y, en consecuencia, impedía el equilibrio entre la producción agrícola y la demanda de alimentos. La escasez de alimentos empujó a muchos propietarios a promover el aumento de impuestos y derechos sobre la clase servil. A través de esta medida, los propietarios pretendían garantizar el mantenimiento de su nivel de vida y, al mismo tiempo, evitar que los campesinos abandonasen sus dominios con facilidad.


En las zonas urbanas, estas dificultades también llegaron a los trabajadores libres que tuvieran sus salarios manifiestamente reducidos con la bajada del mercado de consumo. Al mismo tiempo en que estos factores contribuyeron para que las relaciones entre siervo y señor se estancasen, hay que mencionar que los cambios climáticos ocurridos en esa época tuvieron una gran importancia para la generación de varias revueltas campesinas. De hecho, la importancia de estos levantamientos encubre todo el pasado monopolizado por los escritos de la clase clerical, que acostumbraba enfatizar la relación armoniosa entre el señor y sus siervos. En la década de 1320, los disturbios urbanos de trabajadores belgas marcaron el germen de la crisis que se estaba gestando en Europa. Unas décadas más tarde, Francia se convirtió en el escenario idóneo de las revueltas campesinas que fueron denominadas despectivamente como jacqueria (posiblemente por la chaqueta que solían llevar llamada jaque). El estallido de estos disturbios en Francia debe ser considerado en el contexto de la turbulenta época de la Guerra de los Cien Años. En ese momento, las pérdidas en los combates contra los británicos, el arresto del rey Juan II y el aumento de los impuestos sobre los campesinos eran las razones específicas que explican la organización de estos disturbios. En varios documentos se hace hincapié en que los implicados en la revuelta criticaron la subordinación existente a las autoridades de la época.